Porsche Track Experience: 50 aƱos en los circuitos
- AndrƩs Canet
- 20 sept 2024
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 27 sept 2024
Fuente: Porsche

Con el objetivo puesto en  enseñar conocimientos técnicos, ayudar a los pilotos en su formación y vivir experiencias  únicas sobre la pista, estos tres pilares forman las bases que se asientan los cursos de conducción de la "Porsche Sportfahrschule".
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Los vehĆculos deportivos de Zuffenhausen son cómodos y fĆ”ciles de llevar en una conducción relajada. Sin embargo, no es del todo sencillo saber dónde estĆ”n sus lĆmites en un uso exigente. De esto se dieron cuenta Fritz Huschke von Hanstein y Herbert Linge ya en la dĆ©cada de 1950. Von Hanstein compaginaba los cargos de Director de Competición y Jefe de Prensa de Porsche, mientras Linge hacĆa historia como piloto oficial y de desarrollo, y mĆ”s tarde como impulsor de los coches de seguridad para el organismo rector del automovilismo (ONS) y como responsable de operaciones del Centro de Desarrollo de Weissach. En sus registros figura una primera jornada de entrenamiento con participación oficial de Porsche, el 8 de abril de 1954 en la localidad suiza de Lugano. No obstante, el primer curso de conducción como tal tuvo lugar en EE. UU. en 1956.
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El concepto inicial sigue vigente hoy: primero, se lleva a cabo una inspección del recorrido a pie, en la que se dan instrucciones sobre el trazado ideal y los puntos de frenada; lo siguiente son unas vueltas al circuito con profesionales a bordo; en tercer lugar, se hacen distintos tipos de ejercicios y, por último, un anÔlisis de la jornada.
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En la dĆ©cada de 1960 aumentó la demanda de cursos de conducción para el personal de Ventas de nuevos concesionarios, asĆ como para los medios de comunicación y los clubs Porsche. Sin embargo, aĆŗn no se habĆa descubierto el potencial de los cursos para clientes como investigación de mercado e impulso para las ventas. Eso cambió en 1974, justo el aƱo en que se presentó el primer 911 Turbo. Con Ć©l se abrió una dimensión totalmente nueva en el mundo de los deportivos de calle, y no solo por sus cifras (260 CV, 343 Nm y mĆ”s de 250 km/h de velocidad punta), sino porque, por primera vez, se incluĆa de serie la tecnologĆa turbo probada en competición. El empuje que ofrecĆa el sistema de sobrealimentación era tan brutal que podĆa llegar a ser demasiado exigente para manos no expertas, sobre todo en curva, en maniobras de adelantamiento y sobre firme mojado. Esta dinĆ”mica tan exigente era un argumento de peso para institucionalizar los cursos de conducción y seguridad. Antes incluso de que saliera al mercado el 911 Turbo, Porsche fundó su escuela de conducción deportiva. Durante el primer aƱo se realizaron cuatro cursos en tres circuitos distintos de Alemania, BĆ©lgica y Francia.
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Una nota de prensa de la Ć©poca decĆa: āLos instructores son pilotos de pruebas y de competición de Porsche en activo. Una combinación de tĆ©cnicos y profesionales del volante que transmiten a los participantes una perspectiva mĆ”s profunda sobre la tecnologĆa del vehĆculo y la tĆ©cnica de conducciónā. En la actualidad sigue siendo igual, ya que son trabajadores de Weissach y pilotos de Porsche quienes trasladan sus conocimientos a los conductores en el marco de la Porsche Track Experience. AsĆ, la marca ha creado un nuevo rol de profesionales que combinan los talentos de un ingeniero con los de un instructor, lo que en alemĆ”n se denominaĀ Instrukteure.

Oferta de cursos en circuitos internacionales
Para mejorar la experiencia y descargar en cierta medida a Weissach, ya en el aƱo de la fundación de la escuela se decidió realizar los cursos en circuitos internacionales. En un primer momento, tener vehĆculo propio era condición indispensable para participar, si bien se admitĆan incluso modelos de otros fabricantes. Esto Ćŗltimo sigue siendo asĆ todavĆa hoy, una caracterĆstica exclusiva que a menudo se ve recompensada cuando los asistentes vuelven a su segundo o tercer curso ya con un modelo de Zuffenhausen. āEra magnĆfico recibir directamente la respuesta de los clientes sobre las capacidades de nuestros coches y -muy importante- incorporarla a la empresaā, recuerda Claudia SchƤffner. Ella tuvo una gran influencia en el desarrollo de la escuela de conducción deportiva entre los aƱos 1980 y 2009.
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En 1974 se fundó la «Porsche Sportfahrschule» o Escuela de conducción deportiva Porsche. En los 50 años transcurridos desde entonces, se ha desarrollado un amplio mundo de experiencias bajo el nombre Porsche Track Experience.
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Como Directora de Proyecto, gestionaba cerca de una docena de cursos al aƱo. En la era analógica eso suponĆa un montón de papeleo, sobre todo teniendo en cuenta que al principio era la Ćŗnica empleada a tiempo completo de la escuela. A su escritorio llegaban solicitudes de mĆ”s de mil inscritos y ella se encargó de ir ampliando la red de instructores y colaboradores. MĆ”s tarde, los uniformes reforzaron la imagen global y las tazas de porcelana decoradas con motivos de vehĆculos sustituyeron a los vasos de papel para dar pie a una preciada colección deĀ merchandising. En 1986 se organizó por primera vez un curso exclusivamente para mujeres. En 1990 tuvo lugar el primer curso de invierno en Austria y, en 1993, se estrenó como instructor el campeón del mundo de rallyes Walter Rƶhrl, una estrella de la competición del momento, igual que lo habĆa sido en su dĆa WolfgangĀ Graf Berghe von Trips, un piloto de Fórmula 1 al que habĆa contratado Linge como instructor.
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TambiĆ©n las actividades complementarias se fueron afinando cada vez mĆ”s. Cuando el curso de invierno de 1996 se llevó al cĆrculo polar Ć”rtico, en la localidad finlandesa de Rovaniemi habĆa motos de nieve y flamantes 911 Carrera 4 para disfrute del personal.
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En una ocasión, Claudia SchƤffner organizó incluso un viaje en un barco rompehielos, en el que los participantes tenĆan la posibilidad de darse un chapuzón en el mar ataviados con un traje de neopreno. En 1997, Rauno Aaltonen hizo los honores como instructor. La Directora de Proyecto habĆa incorporado a sus filas al āprofesor deĀ rallyesā finlandĆ©s tras un encuentro casual en un restaurante: En otra ocasión, en el circuito italiano de Imola, el piloto oficial de Porsche Bob Wollek daba vueltas a los participantes en un 911 GT1. En Magny-Cours, en Francia, la oferta de actividades incluĆa la conducción de monoplazas de Fórmula 3. Y poco despuĆ©s del cambio de milenio, cuando el Cayenne se sumó a la oferta de la gama, el equipo -que ya contaba con un amplio nĆŗmero de integrantes- empezó a diseƱar eventos todoterreno.
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De manera continua, han idoĀ surgiendo ideas innovadoras para cumplir los deseos personales de los clientes. En la actualidad, tambiĆ©n hay iniciativas especĆficas para coches deportivos cien por cien elĆ©ctricos. Visto en retrospectiva, queda claro queĀ la actual Porsche Track Experience se asienta sobre los mismos cimientos que aquella escuela de conducción deportiva original.*
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