Porsche Festival 2020: La fiesta que el Covid no pudo frenar
Porsche Argentina llevó a cabo el pasado sábado 5 de Diciembre su tradicional Porsche Festival, nuevamente en el Autódromo de San Nicolás. Unos sesenta propietarios se reunieron por primera vez en este 2020 para disfrutar de sus vehículos en un evento de la marca.
En un año protagonizado por la pandemia, el track day exclusivo para clientes y propietarios de Porsche debió llevarse a cabo siguiendo un protocolo de salud acorde a los tiempos que corren (barbijos, alcohol en gel por todos lados, acceso restringido a áreas cerradas y muchas mesas al aire libre para evitar la aglomeración de gente). Habitualmente los participantes llegan al evento con amigos, se acreditan varios periodistas, hay youtubers o instagramers por todos lados y también algunos “colados”. Sin embargo, este año nada de eso estuvo permitido. Los propietarios de los vehículos debieron asistir al evento solos, sin compañía. Apenas hubo dos fotógrafos o medios acreditados, siendo quien escribe uno de ellos, y los millenials y los colados tampoco tuvieron su oportunidad. El hermetismo fue total, gozando los presentes de un ambiente más íntimo y privado.
Dejando todo esto de lado, el día se llevó a cabo bajo la misma metodología de siempre. Divididos en categorías segmentados por modelo, potencia o experiencia de sus pilotos, los Porsche se turnaron para acelerar donde se debe, en la pista, alternando con los más ruidosos Porsche 911 GT3 Cup que se sumaron para darle el toque “racing” a la jornada. No hubo competencia de la categoría monomarca, sino que se trató de un muy exclusivo “driving experience” para aquellos que deseaban saber qué se siente al conducir en circuito un verdadero auto de carreras (previo pago de un canon, por supuesto).
La grata sorpresa fue la presencia de un Porsche Cayman GT4 perteneciente a la Porsche Cup Argentina, del cual se escucharon solo elogios entre sus afortunados pilotos del día. Las críticas que pude recabar entre ellos fueron en casi todos los casos las mismas. Se trata de un auto muy equilibrado, que dobla muy bien, frena de igual modo y la transmisión secuencial con levas en el volante lo hace todo más fácil. Pilotos del 911 GT3 Cup por el contrario siguen sosteniendo que el 911 es más bruto, más radical, pero también más divertido de conducir. Repito, son palabras de quienes tuvieron la oportunidad de conducirlos a ambos. ¿Algún día llegará la invitación para comprobarlo? No lo sé… Habrá que comenzar a negociarlo con los responsables de la categoría.
Por el lado de los vehículos de calle, como siempre, el playón de boxes mostró un abanico de excentricidades, con algunos clásicos de ensueño y joyas modernas. Entre ellos debemos mencionar a la última incorporación al portfolio de Porsche en nuestro país, el Taycan Turbo S. Si bien solo estuvo exhibido y no se lo pudo conducir, sirvió para comenzar a acercarse al futuro que se nos viene, el de la propulsión 100% eléctrica.
Para contrarrestar la ausencia de sonido, la banda sonora conformada por los 911 GT3 RS (991.2) presentes en variados colores (Lime Green, Miami Blue, Lava Orange y Blanco) ponía música cada vez que salían a pista. Pero aún así tratándose de autos prácticamente iguales, hubo dos que se destacaron del resto por su jugada y exótica configuración: Los 911 GT3 RS Lime Green y Miami Blue.
Otro de los presentes que mereció su atención fue el único ejemplar en nuestro país (de los 500 que se fabricaron) del 911 Turbo S "Exclusive Series" (991.2) en un sobrio color gris llamado Agate Grey Metallic (yo lo hubiese encargado en Yellow Golden Metallic, el utilizado para su presentación). Un 911 Turbo S mecánicamente idéntico al resto, pero con un apartado de detalles exclusivos como paneles de carrocería en fibra de carbono, conjunto de valijas de viaje, llantas fabricadas en fibra de carbono y hasta un reloj de pulsera Porsche Design Chronograph 911 Turbo S Exclusive Series.
Entre los modernos no podemos obviar al “Sarmiento” de los participantes, el dueño de uno de los cinco 911 GT2 RS (el blanco) que ingresaron a nuestro país, que no se pierde ni una sola oportunidad para llevar su unidad a pista. ¡Y acelera con los dos pies! Tal es así que terminó siendo el ganador de su categoría, la más picante de todas. Otro que no suele perderse este tipo de actividades es un integrante muy particular, un 911 Carrera “50th Anniversary” propiedad de la familia Pulenta. Un ejemplar único en nuestro país, de los 1963 que se fabricaron para todo el mundo.
Una de las figuritas difíciles, de esas que no se ven seguido, fue un 911 Carrera (versión 993) con apenas 30.000 km. Este vehículo en particular se destaca por contar con un kit de performance original montado de fábrica que modifica levas, tapa de cilindros y escapes, además de algunos opcionales como un tapizado de tela especial con la leyenda “Porsche” impresa a modo de trama uniforme. Un auto que llegó a la Argentina 0km y que siempre estuvo en nuestro país.
Y hablando de clásicos, mis ojos no podían quitar la mirada a un 911 Targa en color verde con tapizado beige (o camel) verdaderamente hermoso. Un ejemplar de 1969 restaurado completamente a nuevo que con mucho gusto tendría en mi garage. Otros ejemplares no menos importantes, como un 911 GT3 negro (997), un 911 Turbo (997), o un 911 Carrera RS de 1973 (réplica) también llegaron a San Nicolás y se unieron a la fiesta.
Así es cada Porsche Festival. Una oportunidad única, tanto para propietarios como para invitados y amigos, para reunir lo mejor del mundo Porsche en una jornada de camaradería, bromas, mucho caucho gastado y algunos plásticos desparramados por parte de quienes tienen un pie más pesado que el otro.•
Fotos: Lautaro Ramírez
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