Rose Bowl Flea Market: Una experiencia única de compras bajo el sol californiano
- Ana Bouzas

- 27 ago
- 2 Min. de lectura

Visitar el Rose Bowl Flea Market en Pasadena fue como entrar en un universo paralelo donde el tiempo se detiene entre reliquias, moda vintage y tesoros inesperados. Había escuchado mil veces que era “el mejor mercado de pulgas de California”, pero nada me preparó para la magnitud de lo que encontré aquel domingo.
El corazón del vintage
El mercado se celebra el segundo domingo de cada mes en el icónico estadio Rose Bowl, uno de los más grandes e históricos del mundo. Allí, más de 2,500 vendedores reciben a unos 20,000 visitantes, en un espectáculo vibrante que mezcla comercio, cultura y estilo de vida californiano. Yo fui con la idea de curiosear… y terminé con la sensación de haber recorrido un museo viviente, solo que con la posibilidad de poder llevarme algunas piezas únicas a casa.
Primera impresión
Caminar hacia la entrada fue un momento de pura expectación. Apenas doblamos la esquina y vimos la inmensidad de puestos, entendimos que estábamos frente a algo único. No es un simple mercado de pulgas, es un universo infinito donde lo difícil no es encontrar algo, sino decidir qué llevarse.
El encanto de perderse
Con tantos pasillos, recorrerlo puede parecer imposible, pero el secreto está en dejarse llevar. Aunque tenía una lista mental de lo que buscaba, terminé sorprendida con hallazgos que nunca hubiera imaginado. El mercado está organizado en zonas temáticas: los amantes de la moda encuentran su paraíso en la sección de ropa vintage, mientras que coleccionistas y buscadores de antigüedades disfrutan de muebles, decoración, objetos de colección, arte ecléctico y accesorios cargados de historia, la oferta es interminable.
Más allá de las compras, el Rose Bowl Flea Market es un verdadero ritual de Los Ángeles. Aquí se mezclan diseñadores emergentes, coleccionistas, familias californianas y turistas curiosos en busca de inspiración. Es tanto un plan de compras como una experiencia cultural: caminar entre sus pasillos es adentrarse en un collage de épocas y estilos.
Si amas la moda, el diseño o simplemente la aventura de perderte entre tesoros únicos, este mercado es un imperdible absoluto de California. Volveré, sin dudas, porque el Rose Bowl no es un mercado… es un viaje sensorial que inspira tanto como sorprende.
Consejos
Ir temprano: lo mejor aparece entre las 5 y 8 de la mañana. Se compensa con las piezas más exclusivas.
Calzado cómodo: prepárate para caminar varias millas bajo el sol. Sombrero, agua y protector solar son aliados obligatorios.
Carrito o bolsa grande: créeme, terminarás comprando más de lo planeado.
Negocia con calma: al final, muchos puestos bajan precios.*
Fuente: Ana Bouzas Fotos Andrés Canet

















































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