Puerto Montt: Encanto austral y sabores del mar
- Ana Bouzas
- 9 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 15 may

Puerto Montt no se visita: se experimenta. Enclavada en el extremo sur de la provincia de Llanquihue y abrazada por las aguas del Seno de Reloncaví, esta ciudad no es solo la capital de la Región de Los Lagos: es una invitación permanente al asombro.
Un viaje al corazón del sur chileno
Fundada el 12 de febrero de 1853 por Vicente Pérez Rosales, Puerto Montt nació con vocación de encuentro. La llegada de inmigrantes alemanes marcó su arquitectura, su identidad y su alma. Con el tiempo, se convirtió en un punto clave para quienes viajaban a Chiloé o más al sur, gracias al impulso del ferrocarril en 1912.
Tras el terremoto de 1960, que casi la destruye por completo, Puerto Montt resurgió con fuerza, convirtiéndose, en 1979, en la capital oficial de la región. Desde entonces, creció sin perder su esencia: la de una ciudad resiliente, generosa y profundamente conectada con el mar.
Donde el mar define el alma
Uno de los lugares más auténticos y vibrantes es sin duda Angelmó, ubicado en la Avenida Costanera. Aquí el mar no es solo paisaje: es sustento, historia y ritual diario.En el Mercado de Pescados y Mariscos, el más grande del país, la vida marina se transforma en deleite culinario. Erizos fresquísimos, centollas que parecen salidas de una leyenda y sopas marinas que reconfortan cuerpo y espíritu esperan en cada rincón.
Y para los amantes del buen comer, nada como sentarse en una de las cocinerías tradicionales —esas casas de madera sobre pilotes, llamadas “palafitos”— y dejarse sorprender por un salmón al merkén o una paila marina recién hecha.
Artesanía, cultura y tradición
La Feria Artesanal de Angelmó, también sobre la costanera, es una explosión de color y texturas. Allí, manos hábiles transforman la lana en chombas cálidas, la madera de alerce en figuras delicadas, y el mimbre en objetos que mezclan arte y utilidad.Cada pieza cuenta una historia, cada tejido lleva la memoria del sur. Además, se pueden encontrar joyas de plata, objetos antiguos y souvenirs con identidad sureña, todo en un ambiente vibrante y amable.
Postales con sabor local
Puerto Montt está hecho de postales que no se olvidan. La Plaza Manuel Irarrázaval, antigua Plaza de Armas, es el corazón histórico, donde se leyó el acta de fundación. Frente a ella, la Catedral, con su imponente estructura de madera de alerce inspirada en el Partenón griego, guarda la piedra fundacional de la ciudad.
Y para quienes aman el agua, desde el Puerto de Islas zarpan embarcaciones hacia Chiloé, la Laguna San Rafael o Puerto Natales. Paseos en veleros, lanchas y goletas ofrecen vistas que cortan la respiración y permiten descubrir la belleza escondida entre fiordos y canales.
Estilo de vida austral: Qué no te podés perder
Probar: un caldillo de congrio frente al mar, con vino blanco chileno.
Comprar: una manta de lana natural tejida a telar, ideal para las tardes frescas del sur.
Explorar: la Ruta Costera hacia Pelluco y Chinquihue, con paradas para disfrutar de la brisa marina.
Navegar: hasta los canales del sur en una excursión de día completo.
Visitar: el Museo Juan Pablo II para conocer más sobre la historia y cultura local.*
Texto: Ana Bouzas / Fotos: Andrés Canet
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