Phantom Cherry Blossom

Cuando la temporada del Sakura pinta de rosa los paisajes de Japón y otras regiones del mundo, Rolls-Royce rinde homenaje a la belleza fugaz de esta flor con una creación absolutamente única: el Phantom Cherry Blossom. Esta obra maestra, basada en el Phantom Extended, es una comisión personalizada —one-of-one— que captura la esencia del “Hanami” a través de una fusión sublime de tradición japonesa y artesanía contemporánea.

Un tributo personal a la belleza de lo efímero

Las flores de cerezo simbolizan en la cultura japonesa la impermanencia de la vida, la renovación de la primavera y la celebración del presente. Es bajo estos valores que un cliente japonés, profundamente conmovido por sus recuerdos del Hanami —la tradicional contemplación de las flores—, encargó a Rolls-Royce un automóvil que trascendiera el lujo: un legado familiar emocional y artístico.

Un santuario floral sobre ruedas

El interior del Phantom Cherry Blossom es una experiencia sensorial. Con más de 250,000 puntadas, el techo iluminado Starlight Headliner ha sido bordado con ramas de cerezo que florecen en blanco delicado, evocando la visión de estar sentado bajo un árbol en plena floración. Los pétalos caen suavemente sobre las puertas traseras y la elegante división de privacidad, extendiendo el espíritu del Hanami a cada rincón del vehículo.

El proceso de bordado duró más de seis meses, y solo el techo requirió tres semanas de minucioso trabajo artesanal. Se utilizaron técnicas de costura japonesa tradicional como el tatami stitch, generando una textura rica y multidimensional

Escultura textil en movimiento

Por primera vez en la historia de Rolls-Royce, se ha incorporado bordado tridimensional al diseño interior. En la división de privacidad, los pétalos han sido esculpidos a mano para darles una forma que proyecta sombras suaves y responde al juego de luces interiores, aportando profundidad y un realismo casi escultórico a la experiencia visual.

Cada pétalo fue creado con una técnica innovadora, en la que los hilos se apilan y moldean manualmente antes de ser colocados con precisión artística. El resultado es un interior que se percibe tanto con la vista como con el tacto.

Detalles ocultos, belleza revelada

El exterior, pintado en un sutil Crystal sobre Arctic White, esconde una línea pintada a mano que florece sutilmente en la puerta trasera con un motivo de cerezo. Incluso los paraguas personalizados del Phantom, escondidos dentro de las puertas, revelan en su interior un patrón de pétalos en caída libre.

Arte, memoria y lujo

El Phantom Cherry Blossom no es solo un automóvil: es una declaración de amor al instante presente, al arte de la contemplación y al poder del lujo como forma de expresión personal. Es una pieza única que redefine lo que significa poseer un Rolls-Royce: no solo se conduce, se hereda.*

Fuente: Rolls-Royce