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Smart For Four: El Smart que aumentó de talle


La idea original era, y sigue siendo fantástica: un auto de menos de tres metros de largo y un metro y medio de ancho, para dos personas, con un motor chico y de bajo consumo, ideal para circular por las atestadas calles, callecitas y callejuelas de las antiguas ciudades europeas.

Algo así como volver a las fuentes de autos como el Izetta, de BMW, un microauto que, como muchos otros, sirvió para movilizar a los países arrasados tras la Segunda Guerra Mundial de manera económica y accesible. Ese concepto se abandonó cuando la economía del Viejo Continente se recompuso y los vehículos comenzaron a agrandarse y ser más tecnológicos para un público más exigente y gastador.

Y precisamente, esta abundancia de tamaños y cantidades es lo que llevó a pensar en volver a autos más minimalistas pero con muy buen equipamiento y consumo eficiente de combustible. De esta manera, a comienzos de los ’90, el consorcio Daimler (Mercedes-Benz) venía trabajando en el desarrollo de un auto muy pequeño. Paralelamente, Nicolas Hayek, el CEO de la compañía de relojería suiza Swatch, también estaba pensando en un auto chiquito pero con el concepto de los relojes que le dieron fama mundial y muchos millones de dólares: materiales cotidianos y económicos.

Ambas voluntades coincidieron y de esta manera surgió el Smart que no es otra cosa que el acrónimo de Swatch Mercedes Art, muy inteligente, por cierto, y en 1998 apareció la versión ForTwo para dos ocupantes.

El concepto de un auto muy chico se mantuvo con altibajos por bastante tiempo hasta que en 2004 se le dio una vuelta de tuerca y apareció el Smart ForFour, para cuatro pasajeros y con medidas más grandes, obviamente. Esta versión duró dos años y se discontinuó hasta 2014 en que apareció la segunda generación que es la que pocos meses atrás llegó a nuestro país.

Pero, ¿Cuál es la principal crítica negativa al Smart ForFour? Que se alejó del concepto original de ser un auto ultra pequeño para no ocupar lugar en el espacio público y se convirtió en un auto más de los tantos chicos que ofrecen todas las marcas.

Comparemos las medidas. ForTwo, largo/ancho/alto 2.690 mm/1.560 mm /1.560 mm; ForFour, Largo/ancho/alto 3.495 mm/1.665mm/1.554 mm. Tras esta disquisición filosófica nadie puede discutir las cualidades de diseño, estéticas y de prestaciones de esta versión del Smart, básicamente porque son las mismas de su hermano menor.

A diferencia de la primera generación, en que Daimler producía el ForFour con componentes del Mitsubishi Colt, en esta oportunidad la marca alemana fabrica esta versión en conjunto con el Renault Twingo gracias a su alianza con Renault-Nissan. En este caso lo primero que llama la atención del vehículo ya no es el tamaño sino su habitual exterior bitono y su interior con muchos toques originales de diseño.

Eso sí, el motor mantiene la mismas características de economía y eficiencia. Esta generación abandonó los motores japoneses y utiliza los de construcción francesa de tres cilindros en línea, 12 válvulas y 999 cc, atmosférico con inyección directa de combustible que eroga 71 CV de potencia a 6.000 rpm y 91 Nm de torque a 2.850 rpm y tracción trasera. No olvidar que el motor está en el baúl, al cual acceder es muy difícil dado que se necesita herramental específico que no viene provisto por el fabricante. Para hacerlo hay que ir al taller.

El gran cambio llegó con el reemplazo de la complicada caja automatizada por una manual de 5 velocidades, aunque para un vehículo citadino como este lo más lógico sería montar una transmisión automática.

En la versión Passion –tope de gama- el interior muestra un intenso color naranja que domina asientos, contrapuertas y tablero; y los detalles: un doble techo vidriado fijo, un instrumento a la izquierda del conductor que contiene el cuenta revoluciones y el reloj, el soporte extraíble para poder colocar el celular y tenerlo siempre a la mano y el control del aire acondicionado con una tecla deslizante con aumento similar al de los sintonizadores de las radios antiguas.

Lo más importante es que sigue siendo un auto seguro gracias a la utilización de la célula de Tridion (indeformable de diseño y aceros especiales) y a sus 7 airbags, el control de estabilidad, y al asistente de arranque en pendiente.

Si se parte de la base que el Smart sigue siendo un auto caro, la opción del tamaño sería la que condicione la ecuación.•

 

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FOTOS: Andrés Canet
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