Rolls-Royce Phantom: 100 años de poder, prestigio y pura expresión personal
- Andrés Canet
- 2 may
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 15 may

El Rolls-Royce Phantom no es simplemente un automóvil. Es un símbolo. Un manifiesto rodante de grandeza, estilo y herencia. Hoy, un siglo después de su nacimiento, celebramos sus 100 años de influencia en la cultura global.
Un ícono eterno de lujo y autoridad
Desde su debut en 1925, el Rolls-Royce Phantom ha representado lo más alto del lujo automotriz. No es sólo el buque insignia de la marca: es el epítome de la excelencia, deseado por líderes mundiales, artistas legendarios y visionarios culturales. A lo largo de ocho generaciones, ha sido mucho más que un vehículo: ha sido un testigo —y protagonista— de la historia.
Un escenario para la historia
Durante la Segunda Guerra Mundial, el mariscal de campo Bernard Montgomery utilizó su Phantom como una herramienta estratégica. No sólo transportaba líderes como Churchill y Eisenhower, también proyectaba solidez y liderazgo. Décadas después, el mismo modelo llevaría a figuras como la reina Isabel II y líderes del Medio Oriente en momentos clave de formación nacional.
El auto que une realeza y revolución cultural
Phantom ha servido a la familia real británica, a la realeza de Hollywood y a la aristocracia del rock. John Lennon transformó su Phantom V en un lienzo psicodélico durante el verano del amor. Elvis Presley lo adaptó a su gusto y lo donó a la caridad. Incluso figuras del cine como Greta Garbo y estrellas de la era dorada del cine lo eligieron como símbolo de su estatus.
De los palacios al pop y de los salones de gala a las redes sociales
Con la llegada del Phantom VII, una nueva generación de emprendedores digitales, influencers y estrellas del deporte encontró en él el vehículo perfecto para expresar su estilo. El auge de las redes sociales convirtió al Phantom en un ícono global instantáneo: ya no era sólo un símbolo de poder silencioso, sino una estrella más en la alfombra roja digital.
Arte rodante: una nueva era de diseño Bespoke
Para conmemorar su centenario, los diseñadores de Rolls-Royce han creado ocho obras de arte inspiradas en cada generación del Phantom, retomando una tradición iniciada en 1910. Estos nuevos diseños reflejan la evolución de sus propietarios: de aristócratas a innovadores, de monarcas a músicos.
Hoy, cada Phantom es una pieza única de artesanía personalizada, construida a mano en Goodwood, Inglaterra. Ya no se trata solo de lujo, sino de identidad: cada Phantom cuenta una historia.
Phantom: Presente en el pasado. Protagonista del futuro.
De los campos de batalla a los salones reales, de las películas de James Bond a los videos musicales de Drake, el Phantom ha sido parte fundamental del relato cultural global. Hoy, en su octava generación, sigue marcando el rumbo como el objeto de deseo definitivo, un símbolo de legado y un reflejo del alma de quienes lo conducen.
¿Qué historia contarías tú desde el asiento trasero de un Phantom?
Fuente: Rolls-Royce
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