Napa Valley Wine Train: El tren de la alegría
El Valle de Napa se encuentra a tan sólo 80 km de San Francisco, en el dorado estado de California, y es conocido mundialmente por su aclamada producción de vinos. Concentra más de trescientos productores de vino que representan de alguna manera a la nueva industria vitivinícola, compitiendo a nivel mundial con las mejores bodegas de Francia, Italia y Argentina. Estos aportan al Valle de Napa un atractivo turístico relacionado con el buen vino y la excelente gastronomía, convirtiéndolo en una de las atracciones más populares de California, después de Disneyland.
Existen varias opciones para recorrer el valle, pero nuestra recomendación es hacerlo en el elegante Napa Valley Wine Train, que combina un viaje en un antiguo tren comedor con excelente gastronomía y degustación de los mejores vinos de California con visitas a reconocidas bodegas.
En sus comienzos, allá por 1864, el tren era utilizado por su millonario propietario Samuel Brannan para transportar a sus huéspedes a su balneario en Calistoga. Más tarde pasó a formar parte de California Pacific Railroad, para luego ser adquirido por Southem Pacific en 1885. Durante fines del siglo XIX y principios del siglo XX el tren jugó un papel principal en el desarrollo económico y agrícola del valle, y durante esos años prestó servicio de pasajeros para todas las comunidades cercanas. Con los años, y con la aparición del automóvil, el servicio dejó de operar y sus vías y vagones quedaron en desuso.
En 1987 un grupo de ciudadanos fundó el Napa Valley Wine Train con el objetivo de preservar la línea del ferrocarril y utilizarla como instrumento turístico. Desde entonces el tren ofrece un agradable viaje de tres horas a lo largo de 58 km entre la histórica ciudad de Napa y la pintoresca localidad de Santa Helena recorriendo uno de los valles más afamados del mundo del vino.
Su locomotora de 1910 arrastra la larga fila de vagones–restaurantes en la que los pasajeros disfrutan de una serie de platos, buenos vinos y espléndidos paisajes. Con capacidad para trescientos setenta pasajeros, ofrece dos salidas diarias, una para almorzar y otra para la cena, pudiendo optar por contratar solo el viaje con la gastronomía o incluir el tour por los viñedos y conocer alguna de las más prestigiosas bodegas de la zona.
Una vez a bordo, a medida que el tren atraviesa las ciudades de Yountville, Oakville, Rutherford y Santa Helena, se sirven tres exquisitos platos que componen un menú que incluye vegetales orgánicos, pescados, mariscos y carnes de ganado criado de modo humano, presentados en elegante vajilla de época, acompañados de selectas etiquetas de vino y contemplando las fabulosas vistas del ondulante valle que muestran las perfectas plantaciones de uvas blancas Chardonnay y moradas uvas tintas Cabernet Sauvignon.
Nosotros elegimos el tour Ambassador que incluye, además del almuerzo, la visita a las bodegas Raymond Vineyards y ZD Wines, así que después del espectacular almuerzo, bajamos del tren, donde un autobús de lujo nos transportó directo a las plantaciones e instalaciones de la prestigiosa Bodega Raymond Vineyards. Situada en un total de 300 acres en las localidades de Rutherfod, Santa Helena y Jameson Canyon, fue una de la pioneras del Valle de Napa. Sus cinco generaciones la han convertido en un ícono del Valle, otorgándole una reputación perdurable por poseer vinos elegantes, logrando un buen equilibrio de finura, potencia y complejidad. Su finca posee grandes plantaciones de uvas tintas y blancas además de plantaciones frutales, certificados como orgánicos y biodinámicos, que utilizar energía solar para abastecer el 100% del requerimiento energético de la bodega.
En la visita se recorren los viñedos acompañados por un enólogo, quien explica el proceso de plantación y elaboración en el viñedo, acompañando la charla con degustaciones de los mejores vinos de la bodega. También se visitan las instalaciones interiores, siendo la zona de almacenamiento la más llamativa porque más que una bodega parece una discoteca. Esta sala es utilizada especialmente para eventos y posee bolas espejadas en los techos, una barra de degustación y maniquíes de chicas ligeras de ropa colgadas de diferentes caños. Sin duda alguna un lugar distinto y atractivo. Pero también cuenta con una sala más pequeña para eventos reducidos en tonos rojos y elegantes muebles a tono que, junto a una gran cantidad de objetos de memorabilia, mesa de pool, las máquinas de videojuegos de los ´80 y una barra a la que no le falta absolutamente nada hacen del lugar una delicia para reuniones intimas.
Dejamos atrás la bodega para internarnos nuevamente en el Valle de Napa, y luego de unos kilómetros otra bodega nos esperaba: ZD Wines, una exquisita bodega boutique de gran prestigio internacional. Fundada por dos amigos ex-ingenieros aeroespaciales, Norman Deleuze y Gino Zepponi, consiguieron elaborar vinos ricos y sabrosos que reflejan el carácter varietal de la uva. Al igual que en Raymod Vineyards, sus viñedos son netamente orgánicos y sus maquinarias son alimentadas por energía solar reflejando el compromiso con la salud del medio ambiente. Sus vinos Chardonnay, Pinot Noir y Cabernet Sauvignon han recibido mas de 370 premios en los últimos años y han aparecido en las mesas de varios presidentes de los Estados Unidos. La visita consiste en recorrer sus instalaciones y realizar diferentes degustaciones de vinos acompañados de frutos secos y quesos estacionados de gran calidad.
Al finalizar, el bus nos regresó nuevamente a la estación y nos despedimos del Valle, llevándonos con nosotros el mejor regalo que el Wine Train nos podía dar: Una experiencia única que conjuga a la perfección el placer de viajar, conocer, degustar, comer y compartir.•
Bodega Raymond Vinyards
Bodega ZD Wines
FOTOS: Andrés Canet / Napa Valley Wine Train